
No se necesita ser un buzo experto para colocarse un visor, aletas y un esnórquel para zambullirse en el mar de Cortés y nadar con lobos marinos. Existe una colonia de casi 300. Su tamaño va de dos a casi seis metros.
A una distancia de 20 metros se detiene la lancha. Los valientes se lanzan al agua, sin traje térmico. Para el descontento de muchos el agua está fría, a 18° C.
La instrucción es mantenerse a cinco metros de la lobera, y por supuesto, no tocar.
Puedes descubrir la vida debajo del agua: peces, azules con rayas amarillas y naranjas, estrellas de mar y corales.
Se recomienda llevar una cámara acuática ya que pr lo regular los lobos marinos nadan a produndidad.
Podrás escuchar el ladrar de las madres que llaman a las crías. Ellas se encuentran en las rocas de color rojizo y un blanco que proviene de la sal y heces fecales de las aves, como los pelícanos, que también viven ahí.
La estadia con los lobos marinos es aproximadamente de una hora, en la Isla Partida del complejo insular de la Isla Espíritu Santo, a una hora en lancha de La Paz.
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