
El 28 de septiembre de 1810, Miguel Hidalgo se lanza con su precario ejército sobre la ciudad de Guanajuato.
La anécdota cuenta que la población fiel a la corona española, temiendo el asalto a la ciudad, se refugió en la Alhóndiga.
Ahí el ejército realista resistió a la turba encabezada por Hidalgo y Allende hasta llegar a un punto en que no era posible la victoria para ningún bando.
El minero Juan José Martínez El Pípila tomó una loza de piedra sobre sus espaldas como escudo e incendió la puerta, con esa fortaleza cayó la ciudad.
La Alhóndiga ocupa un área de casi 5 mil metros cuadrados, fue utilizada como almacén de granos, cuartel militar, y prisión. Actualmente alberga al Museo Regional de Guanajuato.
En sus paredes puedes ver las huellas de los barrotes y la museografía de sus salas te lleva por la historia de la ciudad. Guanajuato es una ciudad para recorrerse caminando.
En la explanada de la alhóndiga se llevan a cabo grandes conciertos, en especial en el Festival Cervantino, cada octubre.
Acompaña la caminata con el libro Los pasos de López de Jorge Ibargüengoitia, que plasma la ciudad y desmitifica a los héroes de la Independencia.
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